Si bien la separación es común en nuestra sociedad, normalmente es una experiencia completamente nueva para quienes experimentan el proceso. Por lo general, se afirma que un divorcio es 95% psicológico y solo 5% legal. Un divorcio es una crisis de vida, con respuestas psicológicas extremas, como ira, miedo, arrepentimiento y también angustia.
En medio de esta sopa emocional, debe tomar decisiones masivas con respecto a sus fondos y sus hijos.
Aunque la circunstancia es irregular para ti, las emociones son típicas y también esperadas. Sin embargo, si sus emociones no se controlan y manejan, pueden frustrar su proceso de separación. El modelo de ataque-defensa que puede haberse convertido en parte de su relación matrimonial ciertamente no funcionará. Decir durante una separación es dañino y sin sentido. También puede ser bastante caro. La ira en sí misma no es mala ni mala, pero lo que haces con la ira es lo que importa. Con profesionales en el espacio, luchar es costoso tanto en dinero como en tiempo. A continuación se presentan algunas ideas para ayudarlo a desescalar.
Consejos para reducir el conflicto durante la separación
1. Tómese su tiempo
Apresurarse y divorciarse suele ser un error, ya que las emociones secuestran convenientemente su profundidad. Una vez que haya tomado la decisión de separarse, dedique tiempo a absorber lo que está sucediendo, especialmente si realmente no deseaba el divorcio. Aproveche el momento para el cuidado personal y obtenga apoyo emocional de familiares, amigos o especialistas en salud mental. Incluso si desea el divorcio, permítase a sí mismo, así como a su futuro ex, algún tiempo para sentirse emocionalmente preparado para el proceso legal.
2. La consideración es secreta, no importa lo que haga tu pareja
Hable profesionalmente, incluso si su cónyuge no lo hace. Usa “declaraciones en primera persona” y también evita palabras como “siempre”, “nunca jamás”, así como “sí, sin embargo…” Puede ser difícil evitar los factores desencadenantes que provocan una aceleración del conflicto. Proteja su propia voz y movimiento corporal, hablando de manera constante y también en silencio. Manténgase alejado del lenguaje de la culpa, la crítica, las amenazas y las faltas de respeto, y si usted (o su cónyuge) encuentra esto difícil, solo necesita un descanso. “Este no es un buen momento para que hablemos de esto. Volvamos a eso cuando cada uno haya tenido algo de tiempo para calmarse”.
Consentir en tratarse con respeto, también cuando difieran. Si es necesario, establezca un borde para finalizar la conversación si siente que ya no es más respetuosa. Es posible que deba limitar sus discusiones a una conferencia en un café o comunicarse por correo electrónico. Nunca, jamás, lleve a sus hijos directamente al conflicto.
3. Centrarse en el futuro
Concentrarse en el futuro. En un divorcio, reelaborar los mismos argumentos que terminaron con la relación conyugal seguramente será infructuoso, doloroso y podría llevar a un callejón sin salida. Si cree que llegar al meollo del problema ayudará a aclarar o reforzar su futura relación, especialmente si tiene hijos, entonces probablemente un profesional de bienestar psicológico pueda facilitar la conversación antes de iniciar conversaciones legales.
4. Preste atención a comprender, incluso si no está de acuerdo
Preste atención a su pareja con un corazón abierto y con interés. Concéntrese en un punto a la vez; no traiga varios otros temas a la discusión. Las personas tienden a ascender cuando no se sienten escuchadas. Escuchar a su cónyuge no indica que esté de acuerdo con lo que dice su cónyuge. Haga consultas para aclarar problemas y comunicar su pasión. Prestar atención para comprender y reflejar lo que comprende (sin juzgar) ayudará a su cónyuge a reducir la intensidad. Las personas gritan y se duplican cuando no se sienten escuchadas. Permita que su cónyuge sepa que está escuchando diligentemente, incluso si no está de acuerdo con lo que dice. Reconocer no es lo mismo concurrir.
5. Di lo que realmente te importa
El problema surge con frecuencia cuando los deseos o necesidades de uno no se cumplen. Pregúntate por tu cuenta: “¿Qué es lo que realmente deseo a continuación? ¿Qué es lo que necesito?” “¿Qué desea y requiere mi cónyuge?” Sin embargo, cuando tiene la capacidad de reclamar lo que quiere y necesita y puede reflejar su comprensión de lo que su pareja desea y necesita, puede descubrir puntos en común y también tener la capacidad de establecer opciones de ganar-ganar. Esto puede requerir que analice sus prioridades, lo que realmente le importa y dónde hay espacio para el compromiso. Un entrenador de divorcio puede ayudarlo a determinar qué es lo que más le importa y encontrar una manera de expresarlo.
6. Sea dueño de su componente en el conflicto y (tal vez) pida perdón
Tome posesión de su parte en el conflicto y pida perdón si es necesario. “Siento mucho que te sientas así” no es una disculpa. Una disculpa no defensiva sin duda reducirá la intensidad de un conflicto rápidamente. De hecho, es posible que no haya tenido la intención de lastimar, faltarle el respeto o pinchar a su pareja, pero si su pareja siente que lo hizo, la disputa ciertamente empeorará aún más. Una buena disculpa comunica tu conciencia de lo que hiciste que se pasó de la raya, así como también cómo influyó en tu pareja. Una disculpa real revela un dolor genuino, así como un compromiso honesto de cambiar el comportamiento que enojó o lastimó a su cónyuge.
7. Concesión
Concesión cuando puedas. Debido a que esto genera buena voluntad y aumenta la confianza, recuerda lo que es importante y concéntrate en esas cosas.
8. Respira
El problema eleva tus reacciones de lucha y huida, negando a las barbas frontales de tu mente el oxígeno necesario para creer con lógica y claridad. Por eso recuerda tomar tres respiraciones profundas si te sientes motivado. Mantén la respiración y notifica que tu cuerpo se calmará, tu pulso ciertamente se ralentizará y tus músculos se relajarán.
La separación es un procedimiento incómodo. Hay muchas formas en que los puntos pueden fallar en un divorcio, y hay muchas maneras de prevenir esas amenazas. Esencial todo se reduce al respeto común, una dedicación a la comunicación no defensiva, así como a la resolución positiva de problemas.
Anteriormente publiqué una variación de esta publicación en un blog para mi grupo de práctica profesional, en www.collaborativepracticemarin.org.